El aminoácido es una molécula orgánica compuesta de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Cuando una serie de aminoácidos se unen por medio de enlaces peptídicos se forman las proteínas. Las proteínas son importantes macromoléculas que participan en todos los aspectos del crecimiento y desarrollo de las plantas.
Generalidades y tipos de aminoácidos
Las plantas sintetizan los aminoácidos a partir del N absorbido en forma de nitrato o en forma de amonio del suelo. La principal razón por la que es tan importante la aplicación de este tipo de productos en la agricultura es el ahorro energético que se consigue. Este ahorro de energía por parte de la planta podrá ser utilizado en otros procesos como la brotación, la floración o el cuajado y engorde de los frutos, de forma que aumentará la calidad y la producción de la cosecha.
Existen 20 tipos de aminoácidos formadores de proteínas. Hay unos determinados tipos que son mejores para unas funciones específicas. Así, los aminoácidos encargados de la síntesis de clorofila son la alanina, arginina y glicina. Para el desarrollo de la raíz o si queremos retrasar la senescencia tenemos la arginina y la metionina. Para los sistemas de resistencia de la planta los mejores tipos son la lisina, el ácido glutámico y la glicina.
Beneficios de los aminoácidos en las plantas
Los aminoácidos están íntimamente relacionados con los mecanismos de regulación del crecimiento y desarrollo vegetal. Algunas hormonas vegetales se encuentran unidas a aminoácidos o proceden de la transformación de éstos. Por ello es importante comunicar desde Zalsa la multitud de beneficios que ofrecen estos aminoácidos:
- Aumentan la floración, disminuyendo el número de abortos florales regulando los procesos osmóticos.
- Indispensables para una excelente floración, combinados con micro elementos incrementan el peso y sabor de los frutos.
- Potencian la absorción de nutrientes minerales, facilitando su transporte a través de la savia.
- Aceleran la recuperación de plantas sometidas a condiciones adversas, tales como: trasplantes, transportes, heladas, viento, granizo, poda, asfixias, efectos tóxicos de tratamientos fitosanitarios, etc.
- Rápida asimilación, tanto foliar como radicular.
- Acción inmediata.
- Aprovechamiento total.
- Aumento de la producción, calidad y retraso del envejecimiento.
- Ahorro para el cultivo.
Uso de aminóacidos en plantas
Prácticamente todos los aminoácidos tienen una buena absorción tanto por vía foliar (a través de las hojas) como en fertirrigación. Usar una u otra forma de aplicación también dependerá del aminograma.
Si queremos estimular la producción de raíces, la aplicación recomendable es a través del riego y usar aquellos aminoácidos que contengan en su aminograma metionina, arginina, etc.